lunes, 24 de junio de 2013

4. Los mosquitos y los osos. Una historia de "amor"

Ver un oso en estado salvaje es uno de los objetivos que los cicloviajeros nos marcamos cuando decidimos pedalear por estas latitudes. Pero los días pasaban y los osos no aparecían. La gente nos decía que "mejor así, para qué complicarse la vida, son osos salvajes, no ositos de peluche". Nosotros erre que erre, estábamos ansiosos por verlos y en Alaska se nos han escondido. No ha habido suerte.
La gente les tiene mucho respeto y nos regalaron unos sprays anti osos que suponemos se quedarán sin abrir. Probablemente los dejaremos para defendernos de seres humanos, no de osos. Nuestra arma originaria eran dos bocinas. Parece ser que el ruido les asusta.
Convivir con los osos no es difícil. El ritual es simple. Mientras dejes fuera de la tienda la comida y todo aquello que huela como gel de ducha, pasta de dientes, etc y comas alejado de la tienda, no deberías tener problemas. Hay que evitar cruces con madres con cachorros. Esto podría ser peligroso. Pero nada más. 
Aunque los encuentros con osos sean bastante anormales un pensamiento terrorífico te azota cuando estás en el bosque y la llamada de la naturaleza te llega. Entonces, cuando te adentras en el bosque solo ante el peligro, rezas para que no seas tu la primera víctima del año y no salgas en los periódicos con los pantalones bajados y cara de riojano. Los bosques con osos dan respeto.
El ritual diario de colgar la comida de los árboles (o lo que tengas a mano) es un coñazo. Digámoslo alto y claro. Y el que diga lo contrario, miente.
En Alaska es legal matar osos. Hasta cuatro puedes matar en un año. Mucha gente viene a cazarlos. Una lástima, creemos. 
Tras dos semanas de pedaleo, justamente el día del cumpleaños de Eve, vimos por fin los dos primeros grizzlies. Fue alucinante. Nos parecía increíble que los pudiéramos ver en su hábitat natural. Vaya regalo!
Pero hay algo mucho peor que los osos. Son los mosquitos. Y ya han despertado. Los mosquitos te hacen la vida imposible, las nubes de ellos te arruinan cada vez que te detienes. El momento sagrado del ciclista, la cena, es continuamente saboteado por nubes de estos despreciables bichos. Tenemos el cuerpo carcomido y creo que solo hay un sitio donde no me han picado: en la punta del ra%@$.

Este año parece que los osos se han despertado más tarde...

Como hizo Alexander Supertramp, nosotros también dormimos en un bus, pero no tan descerebradamente como lo hizo él. Esto al menos piensan los locales...

Posando como machotes ante nuestra primera bolsa colgada. A partir de entonces se convertiría en el ritual de cada noche
Nuestros dos primeros osos grizzlies saliendo de la ducha

jueves, 13 de junio de 2013

3. Alaska. Llegó nuestra hora!

Parecía que este momento no iba a llegar nunca pero una vez más, el tiempo vuela. Aún recuerdo nuestra llegada a Tokyo como si hubiera sucedido ayer. Y aquí estamos de nuevo, en ruta, en Alaska.
Linda nos acoje en su casa y nos trata como a sus nietos. No será la última vez que los alaskeños nos den muestras de su generosidad.Qué gente!
Es difícil expresar lo que sentimos al partir de nuevo hacia lo incierto, hacia esa tan lejana y familiar meta llamada Ushuaia. Lo normal sería decir que lo importante no es el destino final sino el camino en sí. Pero en nuestro caso todo es importante porque en Ushuaia nos esperan grandes momentos. Más no podemos pedir.
Hace apenas tres días había 8 cm de nieve. Y de repente, coincidiendo con nuestro aterrizaje llegó la primavera, absolutamente poderosa y por lo que parece, con prisa. En 4 días los bosques empezaron a brotar, los lagos crujían con el deshielo y los ríos bajaban desbordados de esa marrón y helada agua de los glaciares. Los animales se dejan ver. Como las águilas calvas (el emblema nacional de Estados Unidos), alces, caribous, ardillas, pájaros, cisnes, patos, puerco espines... Pero en Alaska, del oso y del lobo, nada de nada. Los locales dicen que la primavera tardía les ha hecho despertar más tarde pero nos aseguran que aparecer, aparecerán. No tenemos prisa.
Nuestras primeras pedaleadas discurren entre montañas nevadas y un sol implacable. No pedaleamos solos. Jorge y Vanesa han venido con las alforjas cargados de ilusión  y las mismas intenciones que nosotros, llegar al fin del mundo. La paz es total y el acarrear tanta comida por las distancias sin pueblos nos traen irremediablemente recuerdos de Australia.
Escuchamos entusiasmados los relatos de Jay, un auténtico superviviente, cazador y trampero que nos deleita con una barbacoa de salmón pescado por él. No hay nada que entre mejor que un buen filete de King Salmon made in Alaska.
La lluvia nos visita un día pero es pasajera. Desde que hemos llegado a Alaska no conocemos la noche. Podemos leer por las noches sin usar frontal, pero ir sin reloj en un sitio como estos te deja desorientado todo el día. Te despiertas en la mitad de la "noche", qué hora será? las 3 de la madrugada o las 11 de la mañana? Qué duro tiene que ser vivir aquí. Un día pasaré un invierno en Alaska. Es un sueño recién parido. Y creo que sé dónde. 
América es nuestra.

Bici nueva, alforjas nuevas, ropa nueva. Ilusión, la de siempre. Show must go on!

Jorge y Vanesa. Dos enormes personas. Hemos pedaleado muy a gusto con estos maravillosos palentinos (http://unviajedospalentinostresamericas.blogspot.com/)

Bosques, montañas, lagos, animales y mosquitos: Alaska

El tiempo nos ha acompañado en nuestros primeros pasos por Alaska. Su belleza resalta aún más

martes, 4 de junio de 2013

2. Como en la tele...

Si alguien cree que los Simpsons son simplemente unos dibujos animados cualquiera que sepan que están equivocados. Lo Simpsons son el más puro retrato de la sociedad estadounidense. Bueno, Alaska no es Estados Unidos, o al menos ellos así lo dicen. Viven tan alejados que razón no les falta.
El caso es que cuando salimos por Anchorage alucinamos como no creíamos que íbamos a alucinar en un país del "primer" mundo. 
Lo que más nos llama la atención es la obesidad mórbida. Aquí la talla XXXXXL es la más solicitada y es que no hay persona que no salga de un centro comercial sin su correspondiente garrafón de bebida gaseada con pajita. No caminan, se arrastran. Y los que no se arrastran, la mayoría, van en coche a todas partes. Incluso hay cajeros automáticos donde ni siquiera hace falta bajarse del coche. UN negocio sin aparcamiento es un negocio condenado al fracaso. Increíble.
Tampoco faltan esas ropas anchas, el hip hop a tope en los coches, las iglesias de mil sectas y la ausencia total de comercio pequeño. 
Quién no ha visto en alguna película a la gente vestida con sus mejores galas y plagados de medallas hacer homenajes en torno a la bandera? Es que lo hacen! Algunos se creen que el mundo va a por ellos, no se preguntan por qué. Pero también hemos conocido alguno que nos dice: " you are in my country, do whatever you want, don´t follow the rules, fuck the rangers, fuck America!" (estais en mi país, pasaros por el forro de los cojones las reglas, joded a los maderos, joded a Estados Unidos!).
Esto se pone emocionante. Los verdaderos Estados Unidos están ahí fuera y queremos conocerlos. Pero antes tocará cruzar una gran zona casi deshabitada...

Memorial Day 2013. Una de las fiestas patrióticas por excelencia. Pero...es todo el mundo tan patriótico?

lunes, 3 de junio de 2013

1. Por fin en Anchorage

Estamos tocados moralmente. Uno no se imagina que unos de los días más esperados puede convertirse en una pesadilla. No creo que la mafia lo hiciese mejor. En Frankfurt nos estafaron. Se cometieron irregularidades que nos costaron una fortuna. Te pasas el viaje luchando por cada euro y de golpe y porrazo te despluman ilegalmente. Lo peor de todo es que tratas de luchar por tus derechos y nadie te ayuda. Cada implicado se pasa el muerto al vecino. Nadie está interesado en darnos por escrito la información que nos dan por teléfono. Será por algo.Nuestra última esperanza está depositada en Consumo.

Ya estamos en Anchorage y mañana iniciamos este nuevo capítulo del viaje, nada más y nada menos que América. Esperamos que la brisa fresca y la presencia de osos nos haga olvidar uno de los momentos más desagradables del viaje.


La Denali Higway está cerrada por la nieve. Dicen que este invierno ha sido especialmente largo y que hay más nieve y agua que nunca. No podía ser de otra manera!
La última frontera está ahí fuera. Ushuaia está en el punta de mira.