Foto de una fotografía antigua |
Para los Dakelh el Necha-Koh lo es todo. Es su sustento y además de su vía de comunicaciones es donde para ellos empieza su historia. En la noche de los tiempos, varias tribus viajaban juntas en la búsqueda de un sitio donde asentarse. Después de pasar 5 inviernos consecutivos en la zona decidieron que este era su lugar en el mundo. Y también acordaron que una vez al año se juntarían para contarse historias pasadas y hablar del futuro. Y así fue. En su lengua, Dakelh significa "los que viajan por el agua”. Las tierras de sus antepasados ocuparon las vastas praderas y bosques llenos de ríos y lagos que van de las montañas de la costa occidental a las Montañas Rocosas del este. Hoy en día ocupa la parte central de British Columbia. Justo en medio de su territorio transita el río Necha-Koh, que significa “el río lejano” ya que nace en las montañas de la costa; este río sirve de afluente al río Fraser, el mayor corredor de salmón del mundo. Hasta hace apenas una generación, con las primeras heladas del otoño, los diferentes clanes solían venir al lago Cluculz para acampar y pescar pescado blanco con sus redes hechas con raíces, secar comida para el invierno, cazar ciervos y alces y prepara las trampas con las que cazarían y pescarían en el invierno.
El río les guía en su vida, les dice cuándo moverse. En
su mitología antes no había ríos ni lagos ni prácticamente agua. Cuando Utas se llevó el bol de su abuelo, que
contenía toda el agua del mundo, y se le cayó, esparció toda el agua y creó los
ríos y lagos. Desde entonces han seguido el Necha-Koh
y sus estaciones. En otoño, se desplazaban por el río hasta sus lagos; en
invierno seguían sus trampas de castores y ratas almizcleras; en primavera
volvían a los lagos y pescaban truchas y rémora. Antes cazaban patos y cisnes;
en verano es cuando llega el salmón, que es su principal recurso alimenticio.
El 25% del salmón del río Fraser viene del Necha-Koh
y sus afluentes.
Nos parece muy interesante cómo llaman a los diferentes
clanes que habitan su territorio. Por ejemplo están los Sai-K úz (las gentes del río arenoso), los Nak´Azlidt en (las gentes que viven donde flechas de enanos
hicieron desaparecer el agua), los Tlazt´en
(las gentes que viven al final del lago); los Nadleh Wuth´en (las gentes que viven donde regresa el salmón); los Lheit-Lit´en (las gentes que viven donde
se unen los ríos), etc
El hombre blanco los llamó “los cargadores”, por la
costumbre de las viudas de llevar las cenizas de sus maridos en sus canoas.
Su sistema tradicional de gobierno se llama Balhats, que quiere decir “por mucha gente” y tras dos siglos de
interrupción debido a la presencia blanca ahora están volviendo a sus
costumbres. En sus asambleas todo el mundo se sienta en círculo y cada familia
es representada por una persona, hombre o mujer. Los ancianos tiene gran peso
en su sociedad, como suele ocurrir en estas sociedades, al revés de en la
sociedad occidental donde solemos considerarlos un estorbo.
Los primeros europeos en llegar a su territorio fueron
comerciantes de pieles. El primer asentamiento comercial en la zona fue Fort
Saint James, en 1806. No tardaron en llegar los misioneros que inmediatamente
trataron por todos los medios de cambiar el estilo de vida milenario de los Dakelh. Trataron de que adoptaran nuestro
modelo occidental. Lo consiguieron, como casi siempre. Los niños empezaron a ir
a escuelas y dejaron de ir a los campamentos de invierno. Cada vez hubo más
intrusos y además trajeron enfermedades que diezmaron a los nativos. Pero lo
peor estaba por llegar. En 1952 se construyó una presa en el río Necha-Koh que afectó al flujo del río,
sus puestos de trampas, campamentos y por supuesto, al salmón.
Hoy tratan de reparar el desastre recuperando la
población de salmón y luchar contra los efectos de la contaminación. Los Dakelh de hoy en día, por todo lo
expuesto anteriormente, son mucho menos nómadas que sus abuelos, pero también
pescan y usan sus trampas de toda la vida. Están aprendiendo de los abuelos que “la
tierra sabe curarse por sí misma”, así que esperan que con el tiempo se recuperen
las poblaciones de pescado, castores y frutos silvestres, y con ellos su vuelta
a la vida nómada que siempre tuvo su pueblo. La vida del río y las estaciones. Ojalá lo consigan.
Mientras tanto tratarán de adaptarse a nuestra sociedad de la mejor forma posible, aunque no siempre serán capaces. Muchos taparán su frustración e inadaptación con alcohol, como siempre ocurre con la gente olvidada.
Mientras tanto tratarán de adaptarse a nuestra sociedad de la mejor forma posible, aunque no siempre serán capaces. Muchos taparán su frustración e inadaptación con alcohol, como siempre ocurre con la gente olvidada.